Yo hoy trabajo

Los ganaderos, al igual que los agricultores, no pueden teletrabajar. Las cabras se tienen que ordeñar todos los días, una obviedad, pero, también, una dura realidad que, actualmente, cobra aún más sentido. La eterna reivindicación del sector agrario y del ganadero para que se los consideren como sectores estratégicos del país, se comprende ahora mejor que nunca.

Todos los días del año, un cabrero tiene que comprobar cómo están sus animales, los tiene que alimentar, ordeñar, sacar al campo y mantener la explotación en condiciones óptimas.

Hasta ahora los consumidores sabíamos de su existencia, pero no les dábamos importancia. No teníamos necesidad. Si queríamos leche íbamos al super y ahí estaba, si queríamos queso, lo mismo. Con el decreto del estado de alarma -algo absolutamente impredecible para cualquiera de nosotros- la situación ha cambiado. Por un instante, hemos podido vislumbrar el desabastecimiento y la experiencia ha sido aterradora. Hemos visto, por todos lo canales posibles, las estanterías de los supermercados vacías, las colas, la peleas por los alimentos básicos. Por un breve periodo de tiempo, una de nuestras peores pesadillas: no tener acceso a la comida, se ha hecho realidad. Y eso nos ha afectado.

De pronto, nos reconforta la idea de saber que hay ganaderos en nuestra zona que, día a día, con su trabajo nos abastecen de carne y leche; miramos con otros ojos a los agricultores vecinos, esos mismos que siempre se están quejando porque tras deslomarse para sacar la cosecha, al final pierden dinero porque compramos más barato en otros países…

De pronto, nos reconforta saber que vamos a poder comprar comida: leche, huevos, carne, verdura…. de pronto, no nos parece tan mal pagar un precio justo, ya no nos parece caro; de pronto nos parece buena idea defender lo nuestro; de pronto, pagar un poco más por un producto artesano se nos antoja casi un acto de supervivencia, porque sabemos que así nos aseguramos que él va a seguir ahí, todos los días, pase lo que pase … De pronto, miramos con otros ojos a todos los que consiguen que tengamos esa tranquilidad.

Todos estamos preocupados y asustados, la pandemia que estamos sufriendo es una desgracia humana y económica a nivel mundial, pero el ser humano se caracteriza por crecer en la adversidad, por renacer de sus cenizas y por conseguir ver lo positivo en cualquier situación, por mala sea.

Nuestro instinto ya está en marcha. Valoramos cosas más sencillas, un saludo, un paseo, nuestra familia… y quizás, en el mejor de los escenarios, comprendamos porqué los ganaderos y agricultores reivindican que son un sector estratégico para cualquier país.

Lo comprendamos o no, ellos seguirán ahí porque aman su trabajo y hace años que lo han comprendido. Os dejamos el enlace a un precioso vídeo que han hecho los ganaderos de la cabra Payoya, es breve pero expresa perfectamente su trabajo, su día a día.

Pincha AQUI para ver el video YO HOY TRABAJO

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