Como cuidarnos comiendo queso

Han pasado las fiestas y toca el momento de cuidarse. Ejercicio y alimentación saludable son dos de los grandes propósitos que todos nos hacemos para comenzar el año con buen pie.

Y si hablamos de alimentación saludable el queso de Málaga no puede faltar en nuestra mesa. Desde Quesos de Málaga te ofrecemos una serie de pautas para que sabores nuestros quesos sacándoles el mayor partido y disfrutando al máximo de esta sana costumbre.

Antes de servir un queso nos tenemos que asegurar que llevan a temperatura ambiente, es decir, fuera de la nevera, entre una y dos horas. Con esta simple precaución conseguiremos que adquieran la temperatura adecuada para apreciar su sabor original y todos sus matices. La única excepción son los quesos frescos que no necesitan estar fuera del frigorífico y se pueden consumir inmediatamente.

Cuando vayamos a comer diferentes variedades de queso, o incuso queramos montar una tabla, debemos seguir la pauta de empezar a degustar primero aquellos con sabores más suaves y terminar con los más fuertes. De lo contrario el sabor de los fuertes puede modificar el gusto de los suaves y privándonos del placer de saborearlos todos con su sabor original.

Una tabla de quesos variada es un saludable y ligero entrante e incluso un impresionante postre, pero hay que procurar poner diversos cuchillos en la mesa a fin de que no se mezclen los sabores. Te aconsejamos que como mínimo pungas dos uno para los quesos que sean de untar y otro para los más curados.

Si quieres redondear tu sabrosa experiencia con los quesos de Málaga incorpora a tu plato alguna fruta dulce como manzanas, dátiles, higos, albaricoques o ciruelas. Cambiará completamente tu experiencia. En el caso de que se traten de quesos curados recomendamos la combinación con frutos secos como los albaricoques o los higos o incluso nueces, especialmente las nueces pacanas del valle del Guadalhorce, las cuales consiguen realzar todos los aromas y sabores de los quesos.

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